¿Está justificada la fobia a los ascensores?
Nos montamos en una pequeña caja tirada por unos cables, que nos permite salvar grandes alturas confiando en que nada falle. Existen dos grandes miedos de los usuarios de ascensores que son el quedar atrapado y que el ascensor se pueda caer.
Estadísticamente, el ascensor es el medio de transporte más seguro que existe y esto es debido a la gran cantidad de dispositivos de seguridad de los que dispone que permiten minimizar los fallos derivados del uso y reducir los riesgos al mínimo.
Podemos citar los dispositivos de seguridad más importantes, que son:
- Enclavamiento mecánico de las puertas que impide que se puedan abrir las puertas del ascensor cuando la cabina no está en planta. Esto impide al acceso de los usuarios al hueco eliminando el riesgo de caídas.
- Sistemas de detección de obstáculos y bordes sensitivos en las puertas de cabina que permiten reducir el riesgo de que una puerta al cerrarse pueda golpear a los usuarios.
- Detección de aflojamiento de cables que permite detectar si algún cable que sustenta la cabina se ha roto o aflojado.
- Sistemas de comunicación bidireccional que permite a los usuarios del ascensor contactar con una central de emergencias en caso de avería o atrapamiento.
- Sistemas paracaídas. Es lo que convierte a una caja que sube y baja en ascensor apto para personas. Es el sistema que permite parar el ascensor en caso de desplome del mismo o exceso de velocidad por cualquier causa.
- Serie de seguridad. Todos los sistemas de seguridad de un ascensor están interconectados mediante una serie eléctrica que corta la alimentación del motor si alguno de estos dispositivos falla.
Por todo ello, la fobia a los ascensores no está justificado, más allá de fobias a espacios cerrados o cierto alarmismo cuando se produce un accidente aislado en alguna instalación.
En cualquier caso, esto no quita para que se produzcan incidentes que a veces pueden tener consecuencias graves. Los más habituales suelen producirse por desniveles en la parada del ascensor que provocan tropiezos y caídas y por entrar o salir de la cabina cuando la puerta se está cerrando lo que puede provocar que ésta te golpee.
El mantenimiento de los ascensores es obligatorio y está regulado por ley. De que este mantenimiento se realice correctamente, depende que el ascensor se encuentre en estado óptimo para el uso por personas y que todos los dispositivos de seguridad se encuentren operativos y listos para actuar en caso necesario.