Para garantizar que el elevador funcione de manera segura y sin problemas, se utilizan varios dispositivos de seguridad. Un componente crucial es el regulador de velocidad del ascensor, que monitorea y controla en tiempo real la velocidad de la cabina y su funcionamiento. Cuando la cabina del elevador excede la velocidad permitida en el descenso, actúa el regulador de velocidad para detener el ascensor en la guía.
Además, se instala un mecanismo de seguridad llamado equipo de seguridad, que reacciona de manera rápida y precisa para detener el ascensor en caso de excesos de velocidad hacia abajo. Este mecanismo consta de dos grupos de rodillos detrás de cuñas que reducen la resistencia entre cuñas y equipo de seguridad. Cuando se contacta con la guía, las cuñas se deslizan hacia arriba y generan una fuerza de frenado constante, garantizando una desaceleración suave y cómoda.
Otro componente es el amortiguador hidráulico, que actúa como un colchón de seguridad en caso de colapso de la cabina del ascensor o del contrapeso. Absorbe la energía cinética de la cabina o el contrapeso, permitiendo una desaceleración controlada y evitando accidentes de caída o impactos bruscos.
Para mayor seguridad, se utiliza un sistema de bloqueo de puertas que mantiene cerradas las puertas de los pisos. Solo con un dispositivo especial se pueden abrir las puertas de los pisos. Además, se utiliza un contactor de seguridad eléctrico para verificar que las puertas de la cabina estén cerradas antes de poner en marcha el ascensor, asegurando así la seguridad de los pasajeros.
Con todas estas medidas de seguridad implementadas, cada viaje en los elevadores está protegido y garantiza la seguridad de los pasajeros en todo momento. La prioridad es tu seguridad y tranquilidad.